Cuando me gusta mucho algo siempre vuelvo a releer el libro, o veo de nuevo la película o me vuelvo loca escuchando una y otra vez el mismo disco. Pienso continuamente en los detalles que me impactaron. A continuación van mis últimas tres favoritas.
He releído varias veces “Breakfast at Tiffany’s” del impecable Truman Capote y simplemente encuentro notable el personaje de la Holly Golightly. Ella es joven, tiene el pelo corto, es seductora y ambiciosa, y el único sueño que tiene es casarse con un hombre millonario.
A medida que transcurre la historia uno se va dando cuenta que esta chica que parece ser tan independiente y segura de sí misma, no es lo que dice ser. En verdad tiene un hermano con problemas mentales, se relaciona con un mafioso llamado Sally, trata de ser actriz y oculta grandes sucesos de su vida... todo nos hace leer el libro sin parar.
El personaje de la Holly simplemente es perfecto, tiene glamour y una desfachatez que combinan a la perfección. Si no ha leído el libro, se lo recomiendo.
Ayer me tope con Florence and the Machine. Conocía el nombre, pero nunca le había dedicado minutos absolutos. Comencé a ver videos y la chica que canta, que se llama Florence Welch, me dejó con la boca abierta.
Su disco debut es Lungs, salió a la venta el año pasado y fue todo un éxito. Ella es demasiado mina, tiene una voz poco común, su look es muy único y la energía con la que canta todas sus canciones hace que te dé el síndrome de stendhal cuando ves videítos en youtube.
Y mi última chica favorita del momento es la hermosísima, joven y talentosa Zoey Deschanel. Vi "500 días de verano" y comprobé lo genial que ella es. Primero conforma el dúo She & Him que tienen dos discos excelentes: “Volume One” y “Volume two”, este último lanzado en marzo de este año y está precioso.
Y segundo, actúa demasiado bien y se casó con Ben Gibbard, el vocalista de Death Cab For Cutie. Imagínense cuán lindos serán esos niños.