Aunque no fue el primer disco que me compré, si me acuerdo que fue Jagged Little Pill (1995) de Alanis Morissette uno de los primeros discos especialmente hechos para minas que tuve en mi poder y que me marcó harto aunque ahora me de un poco de verguenza confesarlo. A los 13 años, Alanis me pareció lo máximo; era pesada, contestadora, rabiosa, tenía el pelo largo, tocaba con músicos famosos (Dave Navarro y Flea de Red Hot Chili Peppers) y aunque yo nunca había tenido una pena de amor de verdad, sus canciones, según yo, me representaban totalmente.
Tan rabiosa era Alanis, que había decidido hacerle una canción de lo más reveladora a su ex pololo. Un gallo que la había dejado por otra, donde decía cosas como "el desastre que dejaste cuando te fuiste" y le preguntaba si la nueva novia era mejor que ella y cosas del estilo, que me parecieron súper fuertes y me dejaron con una sensación doble. Ojalá nunca me pase eso y ojalá me pase para ser como Alanis.
Aunque también tenía su lado más lúdico y reflexivo,- Ironic, aunque ahora suene muy básica y Hand in my pocket, igual eran buenas letras-, Alanis se convirtió por esos años en uno de los íconos de las mujeres enojadas de los 90's y aunque también habían otras exponentes más secas como Fiona Apple, PJ Harvey e incluso Courtney Love en Hole, Alanis fue la más pop, la más fácil de digerir y las que más videos tenía en MTV.
Jagged Little Pill fue el disco de cabecera de varias de mis amigas a esa edad, por lo que todas decidimos copiarle un poco y ser mala onda con los hombres, usar el pelo largo y esos bototos que usaba en los videos y aunque la moda nos duró poco, hasta el día de hoy recuerdo el disco con cariño y no puedo dejar de escuchar You Oughta Know sin dejar de pensar en por qué todas las cosas que te parecen super profundas a los 13 años, a los 20 y tantos te dan risa.