Estar siempre estresada, excesivamente preocupada del entorno y de lo que los demás dicen de ella es, para muchas mujeres, algo cotidiano. Sin embargo, puede ser síntoma de un trastorno bastante típico de nuestros tiempos y que se asocia a otros estados indeseables.
El trastorno de ansiedad general (en inglés, GAD) se presenta en un 2,8 por ciento de las personas de 18 a 54 años, y es más frecuente en las mujeres. Algunos de sus síntomas son dificultades para conciliar el sueño o dormir lo suficiente, temblores, tensión muscular, dolores de cabeza, irritabilidad, calores o sofocos repentinos, náuseas y falta de concentración, entre otras. Por lo general, quienes padecen de GAD se dan cuenta que la situación no justifica una ansiedad tan intensa pero no pueden evitar estas preocupaciones irracionales.
No es bueno tomar estos síntomas a la ligera, en especial si se presentan por un período prolongado, ya que este trastorno suele ir asociado a depresión y abusos de sustancias dañinas. La ayuda profesional no muerde, y no juzga.