fotos vía littlest.bird
Hay muchas cosas que me encanta hacer cuando me quedo sola. Algunas vergonzosas y muy ñoñas que nunca les contaré y otras chistosas y ridículas como bailar imaginándome que soy la protagonista del video musical.
Primero eliges una canción animosa y le subes el volumen. Cierras la puerta con llave (por si las moscas), escoges tu micrófono (cucharas, cepillos, desodorantes, cualquier elemento es útil) ¿y el público? ¡el mejor! es tú imaginación, por lo tanto eres seca y todo lo que haces te sale perfecto.
Da lo mismo si estoy despertando y descubro que mi pijama es el mejor atuendo de rockstar o si saliendo de la ducha escucho sonar mi canción favorita y muy de pelo mojado me pongo a hacer la performance. No hay nada mejor que tener un “solo dance party” en la privacidad del hogar.