- Por la comida ¡obvio! Si quieres puedes hacer asado todos los días, da lo mismo la hora y el motivo.
- Porque toda la gente está contenta y el ánimo fiestero se siente en la calle.
- Porque aquí se ve a los verdaderos amigos. Ese que te lleva del brazo hasta tu casa (porque probablemente no te puedes el cuerpo) o esa que te afirma el pelo en situaciones “embarazosas”.
- Porque en la típica fiesta de la oficina puedes ver a tus compañeros de pega como realmente son: los calladitos se vuelven dicharacheros, a las tranquilitas se les sueltan las trenzas y el que no tomaba queda como zapato.
- Porque aunque no sea una fiesta en la que se reciben regalos igual se pasa bien.
- Porque tienes licencia para emborracharte todos los días y no necesitas dar explicaciones por eso.
- Porque si estás en la U, las ramadas son la ocasión perfecta para jotearte al niño que te gusta (en verdad cualquier época es buena, es sólo una "ebria excusa").
- Porque después del 18 los meses se pasan volando y el verano está a la vuelta de la esquina.