La anorexia es algo más común de lo que parece. Sobre todo en nuestra sociedad post moderna, donde los cánones de moda y belleza son tan importantes para las jóvenes de hoy. Nos llenan de imágenes y bocetos sobre mujeres flacas, pero nunca nos cuentan lo terrible que puede ser llegar al extremo de la delgadez. Definitivamente las actitudes sociales que promueven tipos de cuerpos delgados poco realistas, pueden contribuir irreversiblemente en nuestras vidas.
La anorexia es el caso más típico, un trastorno alimentario que implica una incapacidad para permanecer con el peso corporal mínimo considerado normal. Generalmente es producida por una decisión voluntaria de adelgazar. Esta desnutrición se consigue suprimiendo el consumo de alimentos, especialmente "los que engordan" y también con cierta frecuencia mediante vómitos, dietas extremas, uso indebido de laxantes, ejercicio físico exagerado; y consumo de anorexígenos y diuréticos.
Suele iniciarse entre los 14 y 18 años de edad, pero en los últimos tiempos está descendiendo la edad del inicio. Las personas con este trastorno, tienen un gran miedo a aumentar de peso, ya que se produce una distorsión de la imagen corporal.
El mayor desafío en el tratamiento de la anorexia, es hacer que la persona reconozca que tiene una enfermedad. La mayoría niega el trastorno y, con frecuencia, ingresan al tratamiento cuando su afección es bastante avanzada.
Los síntomas más comunes, son la ansiedad, depresión y obsesión. La malnutrición provoca tristeza, irritabilidad, aislamiento social e incluso ideas de muerte y suicidio. Tras doce años de evolución de la enfermedad en una persona, la curación se considera prácticamente imposible.
No lleguemos a estos extremos por favor, ¡La moda se acomoda chiquillas!