Por Loreto Ramírez
Me gusta el rock, pero me gustan más los rockeros. Digámoslo, ¿A quién no le gustaría ser como Pamela Anderson y tener de ex al guapo de Tommy Lee? ¿O como Carmen Electra con Dave Navarro? En lo personal me hubiese encantado participar en el reality "El rock del amor" de Bret Michaels, y ser una de las tantas locas que luchaban por conquistar al ex líder de “Poison”.
Me fascinan los hombres con tatuajes, chaquetas de cuero, camisas cuadrillé, melenas largas y bien cuidadas (¿por qué será que siempre les crece tan lindo el pelo?). También amo las poleras con logos de Iron Maiden, Metallica o cosas por el estilo.
Sin embargo lo que más me trastorna, es ver a un amante del rock (ojalá guapo) que cabecee al ritmo de la guitarra de aire, su canción favorita. Es casi un fetiche. Tengo claro que muchas de ustedes no compartirán mi gusto, pero... si se quedaran en una isla paradisíaca como la de “La laguna azul”, ¿A quién preferirían, a Chris Cornell o al perno de Mark Zuckerberg? Por mi parte prefiero a un chascón, de esos que en la casa de los papás, jamás aceptarán.