Por Loreto Ramírez
En el colegio y en la universidad nunca me importó el tema de la edad. Un par de veces salí con chicos que eran dos o tres años menores que yo y jamás fue un problema o algo realmente importante, pero todo cambió, como cantan los mamones del grupo Camila. Ahora, me cargan los cabros chicos.
Primero. Te hacen ver más vieja, seguro Demi Moore no se ve mucho mayor que su guapo Ashton Kutcher. Segundo. Su mayor preocupación es estudiar para una solemne, un examen o entregar un informe importante para la empresa. Tercero. La mesada. Un joven estudiante sólo te podrá invitar una vez al mes a almorzar comida chatarra y no a un lindo restaurante tan seguido cómo quisieras. Y yo, quiero seguido. Cuarto. La mayoría vive con sus papás, por ende el tema de privacidad ni siquiera es opción. ¿Qué lata no?
Hoy por hoy parece que me gustan harto más grandes. De cinco años más que yo hacia arriba. O sea mayores de 30. Hombres que sepan lo que buscan, que no anden con rodeos y que no pidan permiso en la casa para llegar tarde o de frentón no llegar.
A ti cómo te gustan ¿mayores o menores?