No creo que haya alguna mujer sobre la faz de la tierra que se alegre por menstruar, salvo en ocasiones especiales, claro.
Y no sé si es recurrente, pero yo recuerdo perfectamente la primera vez que me llegó. Era súper chica, estaba en 4° Básico, y pensaba que sólo tenía un dolor de estómago. Tan fuerte era mi dolor, que fui a parar a la enfermería, y cuando le conté a la enfermera mis síntomas, ella me felicitó, "es tu menstruación, linda; lamento no tener flores, pero muchas felicidades", dijo. Yo quedé con cara de póquer, pensando "¿estás loca?, ¿por qué me felicitas si este dolor me está matando?".
Luego de todo el show, que incluyó abrazos, y felicitaciones de todos los seres humanos que entraban en la enfermería (al parecer la enfermera sufría de incontinencia verbal), me pasó la toalla higiénica más enorme que he visto en mi vida. Una toalla higiénica que más bien parecía pañal, o quizás la recuerdo así de grande porque yo era muy pequeña. Evidentemente fue traumático.
Sinceramente, hasta el día de hoy han sido pocas las veces que he recibido mi menstruación con una sonrisa de oreja a oreja.
La llamada regla es todo un tema, sobre todo pensando que los hombres por lo general no tienen idea sobre eso, y que siempre atribuyen nuestros síntomas pre menstruales a un súbito periodo de demencia o histeria, algo así como "de la nada te volviste loca".
Por ejemplo, un día me encontraba con un buen amigo mío, y por insólito que les parezca, tuve que confesarle que andaba en mis días. "¿Y cuánto dura?", me preguntó. Lo miré pensando "¿me estará palanqueando?", pero le respondí que dependía, que por lo general es entre 4 y 5 días, "¿por qué?, ¿cuánto creías?", le pregunté de vuelta, a lo que respondió "no sé, entre 10 y 15 días"... no pude aguantar la risa explosiva, y cuando por fin logré calmarme le aclaré "soy mujer, no gato, cariño".