En la pega todos me molestan, porque no me saco las chalas hasta que el frío ya no da más. Pero soy adicta al verano y me gusta andar con las patitas libres al viento. Me hace sentir más liviana, más simple. Casi como andar a pie pelado (otra de mis manías. Cuando llego a mi casa, me saco los zapatos saludando).
En todo caso, mi verdadero fanatismo va por las hawaianas, entre más plásticas o de goma, mejor. Así bien rascas, de luca, del Lider, de la calle, no me importa. Obvio que igual tengo chalas decentes, pero tengo los pies tan delicados que las uso poco. Qué alguien me diga si ese no fue el mejor invento del mundo.
Nada se compara con la comodidad máxima que entregan estos zapatos (si es que dan para llamarlos así). Además es tan corta la temporada de calor que me gusta aprovecharla lo que más pueda. Por mí, que fuera verano todo el año.