Generación tras generación, se ha dicho que las mujeres somos compradoras compulsivas, que nos tentamos con las ofertas y que las compras están incorporadas en lo más íntimo de nuestro género como un chip. En mayor o menor medida, ésta es una verdad innegable.
A la gran oferta de malls, tiendas de ropa y centros comerciales, los cupones de descuento llegan a desafiar una vez más nuestro poder de compra, y aunque deben ser muchos los hombres que se tientan con este tipo de ofertas, las féminas seguimos llevando la batuta. Sin duda, los tratamientos de belleza son los más demandados. ¡La tentación es inmensa! Llueven los cupones por manicure, depilación láser, sesiones de solárium, masajes reductivos y tratamientos para el pelo a mitad de precio o hasta con 70% de descuento.
Aunque está en nosotras el controlarnos con las compras, podemos llegar a desembolsar importantes sumas de dinero. Y aunque los beneficios son muchos, esto de los cupones de descuento transforma ciertos gustitos en necesidades, o ¿alguna de ustedes puede asegurar que compró un cupón porque lo necesitaba?