Con el reestreno de Volver al Futuro, se desató la fiebre por este clásico del cine, una efervescencia que también me tocó a mí, por lo que partí a verla en pantalla gigante.
Me considero una fanática de la película, desde chica. Me acuerdo que siempre que daban una repetición de la triología, en la tevé abierta o en el cable, me programaba para verlas.
Es que el guión y las temáticas abordadas son increíbles. ¿Quién no quiere viajar en el tiempo o saber cómo eran sus papás cuando jóvenes?
Por si toda la mística del Doc y el Delorean fueran poco, además aparece un guapo y joven Michael J. Fox. Sin duda, si él no hubiera encarnando a Marty Mcfly, el personaje no habría sido tan bacán.
Lo mejor de Marty no es que sea bonito (porque sí, es lindo), sino que su actitud. Toca guitarra, anda en skate, se viste con toda la onda y patea los traseros de los malos. Es un tipo totalmente abacanado. Con razón su madre se enamora de él.
Por eso, hoy y siempre amamos a Marty Mcfly. Para verlo en todo su esplendor, les dejo un extracto de Back to The Future I, cuando salva el baile y toca Johnny B. Goode.