Ya me ha pasado tres veces con cosméticos que realmente amo. Mi principal conclusión es que a) tengo muy mala suerte y siempre escojo productos sin futuro, o b) tengo mal gusto y me engancho de productos pencas para nada populares.
Más allá de los motivos por los que una compañía decide quitar del mercado un producto, el hecho es que me afecta y sufro, porque comienzo a usar un perfume o crema que me hacían sentir bien y de un día para otro no los venden más. Es triste. La primera vez fue con una colonia-desodorante marca Impulse, que usaba como a los 13 años. La edición se llamaba Impulse You y era de color rosado y me encantaba, era exquisito el olor. Al menos eso pensaba a esa edad. De un día para otro nunca más lo vendieron y me quedé con las ganas de seguir usándolo. Más de diez años después lo sigo recordando.
La segunda vez, sufrí porque descontinuaron una crema Avon que era maravillosa, porque costaba como 1.500 pesos y te dejaba las manos hidratadas de manera bacán. La vendieron durante AÑOS, no sé qué bicho le picó a la gente de la empresa y no la vendieron más. Hace poco tiempo me enteré de la desgracia.
Por último, esta semana supe que mi colonia favorita, X de Natura, no saldrá más a la venta. ¿Por qué? NO HAY RAZONES. La colonia era rica, sana y no tan cara. ¿Qué jugada comercial está detrás de todo esto? De verdad no lo entiendo y sólo siento dolor y frustración.
Réquiem por todos estos productos que siempre vivirán en mi corazón. Amén.