Los orígenes de las fantasías sexuales de cualquier mujer tienen un fin claro e irrefutable: placer. Luego de muchos años de silencio respecto al tema y machismo, el poder femenino se ha hecho presente y ha evolucionado. Ahora no hay problemas en expresar lo que se piensa y decimos abiertamente a nuestras parejas lo que nos encanta y/o disgusta.
Esto es algo muy positivo a mí parecer, ya que por fin se está velando por la satisfacción de ambos y no sólo de una persona. No es cosa de “llegar al clímax” y hacerse a un lado. Cuando te concentras en el otro y no eres egoísta, el tiempo se extenderá entre ustedes y claramente desearán más encuentros parecidos y excitantes.
Leí un par de fragmentos del libro de una británica llamada Emily Dubberley, “Garden of desires”, algo así como el post del reconocido libro “My secret Garden” de Nancy Friday en donde se detallan las fantasías eróticas y sexuales femeninas de los años 70. Encontré muy buenos los relatos; claro, el de Emily es mucho más actualizado, pues muestra muy bien la perspectiva renovada del tema de la sexualidad. Todo esto se comprueba mediante entrevistas realizadas a mujeres que poseen una imaginación muy abierta. Las conclusiones son muy interesantes, les contamos cuáles son:
-Fantasía de la sumisa: como el significado del término lo detalla, estas se reducen a permitir que el hombre domine en la cama, algo así como esos relatos del bullado y aclamado cuadro vivencial de las “50 sombras de Grey”. Las mujeres que poseen esos deseos son capaces de sentir placer sexual, incluso por medio del dolor físico. Hay que tener ojo con esto porque cuando alguien permite aquello, puede que en situaciones de la vida se comporte igual. ¡Cuidado!
-Fantasías dominantes: cuando una mujer imagina que tiene el control de un hombre y lo ve como un esclavo, no necesariamente hablamos de maltrato físico o dolor, más bien puede interpretarse como que somos nosotras las principales receptoras de placer, lo cual no está mal de vez en cuando.
-Fantasear con exhibicionismos o voyerismos: la palabra lo dice, me parece raro pero creo que se da bastante, por algo existen todos esos clubes nocturnos en donde las relaciones sexuales son la principal atracción visual y los espacios son abiertos para que todo aquel que quiera participar, mirando o actuando se sienta bienvenido.
-Fantasear y excitarse con el peligro: al contrario del voyerismo, para algunas resulta muy estimulante mantener relaciones sexuales en sitios en donde fácilmente podrían ser descubiertas, por ejemplo el baño de un mall, restaurante, plazas, playas, y/o etc.
-Tener sexo con un hombre de raza negra: será por los mitos del tamaño y del placer carnal, pero he escuchado a demasiadas mujeres que fantasean con eso. Dicen que estos hombres pueden llegar a ser unos de los mejores amantes del mundo y podría ser probable.
-Tener sexo en grupo: a veces se tienda a pensar que cuando la mujer tiene relaciones con alguien, necesariamente involucrará sentimientos, sin embargo, cuando esto sucede en grupos de 3 o 4 personas esto no es un factor común y cuando pasa, se debe específicamente a que estar con varios hombres a la vez (también pueden ser mujeres) les incrementa en la mente el deseo por ser penetradas por más de una persona al mismo tiempo, en la onda del porno ¡Cuático!
Obviamente hay millones de fantasías más (profesor, papá de una amiga, amigo de un hermano, con un desconocido, en la ducha, disfraces, etc) así que siéntanse con toda la confianza de confesarnos las que tienen más ocultas. No tiene nada de malo pensarlas y/o hacerlas, es una forma de mejorar nuestro placer sexual y aceptar que sin el sexo, probablemente la vida sería demasiado aburrida.
Y bien, ¿cuál es la tuya?