Durante mucho tiempo estuve convencida de que los hombres siempre, pero siempre estaban a la orden a la hora del sexo. Igual, hasta hace poco mi única fuente de información fidedigna era mi pololo… pero estar 11 años con la misma persona no te permite indagar “diversas opiniones”. Hoy el panorama ha cambiado y me ha sorprendido entender que la cosa no era como pensaba.
De hecho, hace algunas semanas un “amigo” me mencionó que ellos también pueden controlarse e incluso ¡inhibir el deseo frente a diversas situaciones!. La frase fue algo así como “si no quiero que funcione, no funciona y ya está. Uno puede controlarlo”. Y claro, acostumbrada al clamor popular de que el macho es macho donde y como sea, me causó algo de ruido.
Pero la cosa es sencilla, los hombres también tienen sentimientos, se enojan, se deprimen, sufren por problemas económicos o laborales, y a ellos también les puede doler la cabeza. En serio. Definitivamente, ese precepto de que el hombre piensa con lo que tiene entre las piernas y la mujer con el corazón, no pasa de ser una condición impuesta por la sociedad (bien machista, digámoslo).
La diferencia está en que ellos saben separar las cosas y cuando tienen ganas, actúan (vean este video para entender la idea un poco mejor). Nosotras, al ser más sensibles o sensitivas, tendemos a mezclarlo todo, a generar redes entre lo que siento, lo que me pasa, lo que veo, lo que creo que siente él, y así un largo etcétera.
Los hombres también se pueden sentir mal y, al no ser tan sensibles como nosotras, no son de sincerarse y hablarlo. De hecho, debe ser difícil para ellos decirle a una mujer que no tienen ganas o no quieren, ya que pueden ser tachados de maricones. Craso error.
Pero de todo, lo peor es que ese mismo miedo en muchas ocasiones los hace callar problemas más grandes como una disfunción sexual (razón número 1 por la que un hombre evita tener relaciones), ya que no están acostumbrados a enfermarse e ir al doctor así como nosotras vamos al ginecólogo varias veces al año.
Así es que si tu pololo/novio/marido/amigo con ventaja no te está dando pelota, ponle atención a su comportamiento y conversa con él. Tratar de entenderlo y comunicarnos bien es parte del juego, es parte de una relación sana y ayuda a que la sexualidad se revitalice de vez en cuando.
Y ojo con andar pidiendo milagros, porque es medio imposible competir con variables que siempre ganarán. Acá me refiero a que no se les ocurra andar pidiendo cariñitos y agarrones varios justo antes de que nuestro macho vaya a un asado con los amigos (o cuando llega de éste- tras haberse comido y tomado todo - queriendo puro dormir), si va a ver la final de algún campeonato de fútbol o está a punto de probar el nuevo juego de la Play 3. No chiquillas, les aseguro que no nos darán bola, y no porque no nos quieran, sino porque cada uno necesita y merece su espacio.
¿O acaso ustedes aceptarían una propuesta en medio del capítulo final de Avenida Brasil?
¡A pasarse menos películas y poner atención a los detalles! Todos podemos tener un mal día y eso nos puede complicar un poco la relación de pareja. Menos prejuicios, más acción, más comunicación y ¡a disfrutar nuestra sexualidad!
Foto CC vía Flickr.