por Pinkrose
He tratado de entender el tema de la indiferencia y por diversas razones he llegado a pensar que es lo más inmaduro y pendejo que puedes hacer, especialmente cuando alguien te interesa. Sin embargo, con la experiencia - ya que he sido bien polola -, me he dado cuenta que mientras mejor tratas a tu pololo/pareja/andante o lo que sea, peor se portan los hombrecitos en cuestión. Como que fueran incapaces de valorar lo bueno que una mujer les puede entregar y aún más, ¡hasta se aprovechan!. ¿Por qué? elemental, querida lectora: nosotras andamos como babosas enamoradas y hacemos todo por el príncipe azul (sabiendo que no existe, pero en el momento nos creemos el cuento), incluso dejarnos de lado a nosotras mismas y a nuestras amigas cuando estamos ciegas de amor.
Pero, ¿se han puesto a pensar en ese mino al que no le dábamos tanta importancia? Ahí estaba, todo baboso tras de una, como si les gustara la indiferencia. Y ojo, que mientras más pesadas somos, más sentimos que están ahí.
En ocasiones ocurre que estás conociendo a alguien, te gusta mucho mucho, todo anda súper cuando de la nada el chico en cuestión desaparece. No te llama, no te busca, ¡te ignora por completo! Sólo te queda pensar: "Bueno... ¿qué habré hecho mal?, ¿lo habré presionado? Quizás simplemente dejé de gustarle o se fue con otra". Luego pasa el tiempo - poco, un mes aproximado - y tú decides olvidarlo sin pedir explicaciones. Es el tiempo de la indiferencia (porque ya te cansaste de esperar a ver si aparecía o te hablaba), cuando ¡ZAS! como por arte de magia el mino vuelve. Como si le gustara esa indolencia. Extraño, pero cierto, porque suele pasar muy a menudo. Y mientras menos importancia le das, más baboso se pone.
Sinceramente, yo no entiendo esas actitudes. Porque a los 26 años si te gusta alguien, quieres que esa persona demuestre lo que siente, que te busque, hablar y que las cosas fluyan. Cuando se da este juego absurdo, te sientes como tratando con adolescentes de 15, cosa que por demás ¡es terrible! Siendo honesta, ¡qué lata andar persiguiendo a un tipo que no trata de conocerme y se va sin decir nada! Y es más, creo que los hombres de hoy se asustan con la mujer bonita, simpática, profesional e independiente. Mi teoría, en resumen, es que prefieren salir corriendo porque no son capaces de tolerar que las mujeres estemos al mismo nivel de ellos o simplemente porque su inseguridad (intrínseca del hombre chileno) no les permite aceptar que alguien como nosotras, una chica superpoderosa, pueda poner sus ojos en ellos.
Y ustedes, ¿qué piensan? ¿Les ha pasado?