Desconozco si es por causa de mi edad (aclaro que no soy vieja, tengo treinta y pocos), pero de un tiempo a esta parte me ha dado por pensar obsesivamente en la muerte. Sí, ya sé que es una locura, porque estoy en la flor de la vida y blah blah. Pero es así. Una fijación que viene a mi mente en particular durante las noches, cuando ya todos duermen y yo me desvelo pensando en qué será de mí tras mi último suspiro.
Como soy creyente, siempre he pensado en que la aventura no termina aquí. Que hay algo más allá, lo cual explica los fenómenos paranormales de los que me encanta informarme, entre muchas otras cosas. Pero a veces me da por pensar: “¿Y si no?” La sola idea de desaparecer me causa un agobio y angustia terrible. ¿Qué pasará entonces con mis sentimientos, mis historias, mis afectos? ¿Se perderán? ¿Se apagarán como una tele? (Brrr, escalofríos nada más de pensarlo). Ojalá no sea así, ya que me gusta pensar en la muerte como un estado mental / espiritual, parecido al que logramos mientras dormimos. Y además, me agrada creer que encontraré a esos seres queridos que se me adelantaron.
También suelo permanecer en vigilia pensando qué harán con mis restos una vez que me muera. Se me ocurren ideas ultra locas. Como amo los lagos, quisiera que me cremaran y esparcieran en algunos de ellos las cenizas (de preferencia el Llanquihue, el Villarrica o mejor aún ¡ambos!). Así permaneceré por siempre en aquellos lugares que tanto me fascinan. Otra parte podrían dejarla en la playa donde comenzó mi relación con mi pololo. Y un poco en el cementerio, por supuesto, para que me visiten y me lleven flores (me agradan las rosas blancas o rojas).
Pero lejos lo más freak es lo que pretendo hacer con la última parte de esas cenizas. Sí, mi pololo ríe como si fuera un chiste cuando se lo comento: quisiera que me espolvorearan sobre un libro. Pero un buen libro, de aquellos que me hacen delirar. Como "1984", de George Orwell o "Crónicas Marcianas", de Ray Bradbury (mis favoritos). Luego, que me donaran a una Biblioteca y quedarme por siempre ahí, rodeada de libros. Porque los libros son eternos y en ellos hay cientos de millones de vidas. (Estoy loca, lo sé)
Y a ustedes, ¿les ha dado por planear su sepelio antes de tiempo?
Imagen CC GettysGirl4260