En nuestros momentos “hot” es común que perdamos la noción del tiempo y el espacio. La pasión nos consume y nos dejamos llevar, sin pensar demasiado en cual será nuestra próxima “movida”. Son momentos en que dejamos que los sentimientos hablen y escuchamos más al corazón que al cerebro.
Tanto así, que muchas parejas perdieron los estribos y terminaron severamente damnificadas. Recordemos que cualquier “innovación” erótica, si bien puede tener resultados deliciosos, también se arriesga a concluir en los fríos pasillos de un triste hospital. Por eso, te dejo un listado con los principales accidentes que pueden presentarse a la hora de tener sexo. Toma nota y ¡cuidado!
1. Fractura peneana: El terror masculino, y con toda razón. El dolor que provoca es ¡insoportable! y lo dejará por un buen tiempo sin ganas de acercarse a las pistas.
2. Hematomas: A veces la pasión no mide fuerza y lo que en un momento nos hizo delirar de placer, al día siguiente nos hará llorar de dolor (o tener un feo moretón como compañero por varias semanas)
3. Lesiones de espalda: Todo movimiento brusco puede provocarlas, así como también alguna pirueta mal calculada (por ejemplo, cuando el hombre sujeta a la mujer en alguna posición “aérea”). También pueden darse al caer de la cama o estrellarse contra algún mueble. (y ¡oops! son dolorosísimas)
4.Torcedura de rodilla: Cualquier arrebato de pasión en posiciones como el perrito o el misionero, puede llevarnos al peor final pensado para una noche de amor y deseo.
5. Quemaduras por roce con la alfombra: Si quieres modificar el escenario de tus encuentros amorosos, mucho ojo con la intensidad que pongas en tu desempeño, ya que texturas como la que tiene la alfombra pueden provocar lesiones y quemaduras al rozar el cuerpo en una performance muy fogosa.
Ya sabes algunos de los principales riesgos que implican el “dejarse llevar”, simplemente. Así es que procura ¡disfrutar!, pero como siempre, con precaución. Cuida tu salud y la de tu pareja, para que así juntos sigan deleitándose con las bondades del amor, de forma tal que los únicos gemidos que oigan sean de placer. ¡Obvio!
Imagen CC al-jubey