¿Habrá un sonido más exquisito y reconfortante que la risa de un niño? Personalmente, ¡me mata! Creo que no hay carcajada más contagiosa que la que puede emitir un pequeño. ¡Y ojo, que mientras menos años tenga, mejor todavía!
Me hice adicta a esta melodía cuando mi hijo tenía pocos meses de vida. Su risa era un sonido fresco, envolvente y contagioso. Reía ante mis caras raras y me invitaba a repetirlas, buscando nuevas formas de provocar sus mágicas sonrisas. Bueno, ha crecido y para mí, ahora que es teenager, escuchar sus carcajadas continúa siendo igual de estimulante.
¡Pero hay algo en la risa de los más pequeñitos, que como por arte de magia nos cambia el switch! No sé si les pasaba que al ver la publicidad en que un adulto rasgaba un papel ante los ojos de su hijo, mientras éste reía a carcajadas, se quedaban pegadas frente al televisor. Bueno, pues ¡a mí sí! Incluso, el anuncio me provocaba tentación de risa. Al verlo, mi ánimo mejoraba.
Hoy, mientras viajaba rumbo al trabajo, oí en la micro la risa de un niño que jugaba con sus padres. Automáticamente sonreí.
Si les quedan dudas de que este sonido es algo ¡increíble! les dejo el simpático video que les referí, después del salto.
Y ustedes, ¿también alucinan con las risas de los niños?
Imagen CC mightyb