El método más infalible para no quedar embarazada es sin duda la abstinencia. Mientras usemos otro, al menos una vez en la vida tendremos que esperar que el test muestre esa rayita azul (o un "más") para saber si nuestras vidas cambiaran o no para siempre.
La primera vez que lo compré, fui acompañada de mi marido. Elegirlo ya era una decisión difícil. Debía tener un alto nivel de confiabilidad, para que diera resultados con la segunda o tercera orina de la mañana (es decir, que no necesitara estar en ayunas) y que pudiera detectar un embarazo desde el primer día de atraso. Gracias a la comprensión de la vendedora —que vio nuestro nerviosismo—, conseguimos el correcto.
Los cinco minutos que esperamos se hicieron eternos. Yo tenía todos los síntomas: mareos, molestias, asco, cambios de humor y el retraso. Él también estaba raro, nuestras sospechas no eran infundadas. Un hijo lo cambia todo: nuestros sueños, los planes económicos y los deseos mutuos - que de alguna extraña forma nos hacían compatibles como pareja - de no tener hijos. Nos tomamos de las manos y esperamos, mirándonos a los ojos con el sincero anhelo de que fuera negativo, y si no lo era, seriamos felices de todas formas, porque sería fruto de nuestro amor y lo haríamos feliz a como diera lugar.
Minutos después teníamos el resultado. Era negativo. Soltamos el aire y nos abrazamos. Luego de unos días, los síntomas se fueron pasando y ambos nos sentíamos mejor. Hemos vivido dos veces la misma experiencia y creo que si hubiera una tercera estaríamos igual de expectantes y ansiosos por saber el sí o el no. Sea cual sea la respuesta, no puedes cambiarla. Pero puedes estar preparada para la noticia. Siempre será más fácil si no estás sola. Ser sincera con lo que sientes es vital. Nadie debe juzgarte por querer o no querer una respuesta afirmativa o negativa. Siempre ten presente que si tus planes de vida cambian, puede ser algo mejor para ti; y si esperas que sea positivo, ten fe: tienes doce meses por año para intentarlo.
Mantén la calma, respira profundo y sé fuerte. ¿Has pasado por algo así?
Imagen CC: César R