Existen diferentes tipos de hombre, pero sin duda, uno de los más caricaturescos que puedes encontrar es el “loser” (perdedor). ¡Ojo!, que lo “pastel” no le hace inocuo. Es más, puede ser sumamente dañino si le das oportunidad de entrar en tu vida.
La mayoría de las mujeres tenemos un “radar” para identificar a esta clase de personaje. Usualmente, lo tomamos por “mascota”, ya que el hecho de que tiene algún “problema” se le nota desde la luna, además de caer de manera constante en lugares comunes y frases clichés. Sin embargo, las chicas jóvenes son su presa favorita y algunas terminan por caer en sus redes. Por eso, en Fucsia les contamos cómo identificarlos para ¡alejarse pronto de ellos!
1. Tiene muy baja autoestima. Este tipo de hombre se caracteriza por no ser muy agraciado, pero ufanarse de ser bacán y tener varias minas a su disposición. ¡Incluso, goza de comentar aventuras sexuales extremas, que incluyen encuentros con mujeres mayores, jefas y profesoras! Por lo general, son ¡puras mentiras! Lo cierto es que el tipo quizás no conoce más que a “Manuela” y tiene su amor propio por el suelo, cosa que oculta detrás de este aparente ego mega - inflado.
2. Ninguna es suficientemente buena para él. Siempre estará fijándose - y criticando - detalles de la ropa de sus conquistas e incluso si tiene puntos negros en el rostro. Sus comentarios pueden ser hirientes y mordaces, pero no son más que el producto de su mermada autoestima. Él sabe que no es guapo (la verdad, dista mucho de serlo) y, consciente de esta cruel verdad, busca insegurizar a la mujer que considera bella y desenvuelta, para de esta forma sentirla “a su alcance”.
3. Se “enamora” rápidamente. A la semana de conocerlas (o quizás sólo un par de días) ya les jura amor eterno, les pide matrimonio y hasta le tiene nombre a los hijos. ¿Consejo? ¡Huyan! Alerta de chanta (o quizás, hasta psicópata). Recuerden que un vínculo sólido y con proyección se construye con el tiempo. Lo más probable es que el tipo no tenga el más mínimo deseo de cumplir estas precipitadas promesas.
4. Es el “rey” de los clichés. Frases como “te vi y creí que contemplaba a un ángel” y otras joyitas de poeta isabelino, claro, suenan bien. Pero convengamos en que son un poquito sobreactuadas. ¡Especialmente si recién están conociéndolas! Chicas, atentas a esto: los hechos valen más que mil palabras. Si realmente está tan obnubilado como dice, no necesitará tanta cháchara y lo demostrará. Ojo si el tipo les recita mucha poesía, ya que significa que estudió “el manual del jote”.
Estas cuatro actitudes son clave para identificar de manera oportuna al susodicho y huir de su trampa antes de que sea tarde. Este consejo, claro, va para quienes se dejen encandilar por ellos, las que afortunadamente no son muchas. El tipo se pone en evidencia a poco de conocerlo y la verdad es que es tan, pero tan fingido, que no hay mucho que pensar. Pero como no faltan las más incautas, ¡muy atentas a este manual!
Imagen CC JLA Kliché