Estoy pasando por este proceso en la actualidad. Y aunque a ratos se ha vuelto complejo de manejar, creo que la conversación es la clave en todo. Sobre todo porque cuando uno está en pareja debe entender que las cosas no siempre son fáciles, que habrá momentos de peleas y, en este caso, estar en diferentes etapas, te hace discutir por una u otra cosa.
Junto a mi pareja llevamos 7 años. Sí, es bastante tiempo. Yo soy egresada de periodismo y hace muy poco terminé mi práctica profesional. Él, por su parte, está en tercer año de universidad. Como puedes ver, estamos en etapas profesionales muy diferentes. Además de que no es mentira que los hombres maduran más tarde. Eso a veces complica más las cosas.
En la actualidad, creo que ya manejamos esta diferencia. Pero, sin lugar a dudas, pasamos malos momentos. Yo sentía que él era inmaduro en algunas decisiones. Además de pensar que no se tomaba las cosas tan en serio, porque como yo ya estaba trabajando, asumía con mayor responsabilidad las diferentes situaciones de la vida. En verdad, fue un cacho en su momento, porque no sabía cómo manejar esta situación.
La otra cosa que te genera ruido es cuando miras hacia el futuro, lo cual es un gravísimo error. Yo caí en ello varias veces. Pensaba: “Estaré trabajando en un año más y a él le quedan dos para terminar la carrera”. Digo que es un error porque no tiene por qué ser un problema tan abismante. Es verdad, yo llevaré trabajando un par de años antes que él, pero… ¿qué importa? Aprendí que es mejor mirar adelante con optimismo. Ver lo bueno que tienes, en este caso, que los dos - uno antes, otro después - seremos profesionales y podremos tener un mejor pasar el día de mañana.
Como decía antes, descubrí que la mejor medicina para este problema es la conversación. Contarse las cosas. Hablar de sus procesos, de lo que cada uno está viviendo. Incluirse: es decir, que si tú estás trabajando, le comentes quiénes son tus compañeros, a qué hora sales o sencillamente, que te vaya a buscar de vez en cuando. Eso hice yo: muchas veces llegaba a buscarme de sorpresa. Esto generará confianza. La suficiente para que no haya mayores problemas. Ahí está la solución: conversar e incluir.
Superar el tema de la diferencia en las etapas que se encuentra cada uno, no es fácil. Hay que trabajar para conocer qué quiere el otro. Acá lo más sano es quererse y respetarse independiente de la etapa en que se encuentre cada uno. No importa si él trabaja y yo no, si él estudia y yo ya terminé. Lo fundamental es disfrutar de los procesos que nos regala la vida, sin quejarse. Es más, el apoyo hacia el otro hace crecer y fortalece la relación.
Cuéntanos, ¿estás en diferentes etapas con tu pareja? ¿Cómo logras sobrellevarlo?
Imagen CC Oneras