¿Les ha pasado que al terminar una relación, les cuesta ene sentar cabeza y asumir que todo acabó?
Difícil situación, especialmente si estamos enganchadas hasta las patas, somos las personas más felices de este planeta y creemos haber hallado al príncipe azul. ¡Pasamos tantas cosas con el otro!, miles de historias que es casi imposible dejar atrás.
Pero llega un día en que algo sucede, ya nada es lo mismo y el bombón de nuestros sueños ya no quiere seguir con nosotras ¡Rayos y centellas! Poco menos crees que el mundo se va a terminar y que estarás encerrada en tu casa durante meses (como hizo Bella cuando el hermoso Edward la dejó). Pero, ¡no!, cómo nos va a pasar eso si somos mujeres fuertes, independientes y capaces de muchas cosas. Si bien el amor es algo muy intenso y lindo, no necesariamente hay que estar junto a un hombre para estar bien.
Pasado un tiempo, podremos darnos cuenta de que lo mejor en estas ocasiones es soltar a esa persona, dejar que siga su camino y ¡ojo! nosotras también. Meses después, quizás nos llevemos una grata sorpresa.
Ese es el camino de la 'evolución'. Tal como dicen, el que siente algo desde el corazón te deja ir libremente. Encuentro genial eso, ya que si la relación estaba en crisis y pasaba por un mal momento, lo mejor es separarse por un tiempo. De esta forma, cada quien puede reencontrarse consigo mismo, tener las cosas más claras y darse cuenta en qué se equivocaron y en qué no. De esa forma, sabrán cuáles son los errores que no deben cometer jamás.
Las dos partes evolucionan y crecen cada una por su lado. Pero si realmente hubo amor y era para ti, volverá.
Y ese es el momento más hermoso: cuando dejamos pasar tiempo después de un período negro y ambos están en otra parada (más sanos en todo sentido), es posible que vuelva a encenderse la llama de esos corazones e incluso resultará mejor que antes.
Asi que ya saben: no se den por vencidas al romper con sus parejas, ya que puede ser una gran oportunidad para crecer, madurar y darse cuenta de muchas cosas. Pero tampoco hay que dormirse en los laureles y suponer cosas, como si el otro está con alguien o no. Lo mejor es tomar una decisión, armarse de valor e ir por quien aún amamos. No les quepa duda que de inmediato sus ojos dirán si aún su corazón late por nosotras.
Y bueno ya saben, las reconciliaciones son las mejores, jeje. Quizás ese "vampirito" pueda volver a sus vidas, como Bella cuando se reencontró con su amado.
Imagen José Javier Martin Espartosa