Ayer se realizó el evento familiar “Viña corre por Haití”, que en Fucsia estuvimos promocionando toda la semana pasada. Queremos contarles que fue todo un éxito. La actividad -organizada por el equipo de Responsabilidad Social Empresarial de Evalueserve, en conjunto con Full Marathon, Wolrd Vision Chile y la Casa del Deporte de la Municipalidad de Viña de Mar- buscaba reunir fondos para ayudar a los niños afectados por el terremoto que dejó en el suelo a la capital de la isla caribeña. Más de 250 entusiasmados corredores participaron de la actividad, y entre ellos, yo.
Así es, el domingo me levanté tempranito y partí a Avenida Perú. Fue genial ver cómo en tan poco tiempo se había logrado reunir a tantas personas. Incluso desde Olmué llegó una señora de 80 años.
A pocos minutos de las 10:00 hrs. se dio la partida para los 5 kilómetros (los 10 Km. habían comenzado un poco antes), y quedé entre las últimas personas en la línea de largada. Todos salieron bastante rápido. Pero bueno, nunca he sido buena para correr, la idea era participar. Creo que avancé cerca de 1,5 kilómetros antes de parar por primera vez. Sentía que una mano invisible apretaba mis pulmones. Culpo a Santiago por llenarlos de smog. Todo un fracaso, en abril del año pasado corrí 2.5 K antes de parar (en una carrera de 4.5 kilómetros). Pero esta vez no me pretendía exigir. No me llama la atención viajar con un serio dolor de cabeza.
El ambiente que se vivió era de fiesta, una celebración que tenía un fin más que noble: ayudar a quienes más lo necesitan en estos momentos. Incluso los niños, los participantes más emocionados, corrían con la convicción de que su esfuerzo tenía una razón de fondo, apoyar a pequeños de su misma edad que están sufriendo una realidad que debería conmovernos a todos.