Siempre estamos probando diferentes tipos de dieta, las que rara vez nos dan buenos resultados. Y cuando por fin logramos perder un par de kilitos, nos relajamos y se produce el llamado “efecto rebote”, con el que terminamos pesando más que cuando empezamos la dieta. Un Horror!
Lo más importante es mantener un hábito de alimentación constante, lo que te ayudará en un comienzo a perder esos kilos de más y, una vez que alcances tu peso ideal, a conservarlo.
Te presento entonces los 10 mandamientos para cuidar la línea. Perderás kilos paulatinamente y lo mejor de todo es que no los recuperarás. Tu cuerpo se irá acostumbrando a la comida saludable y a la rápida digestión. Pruébalos!
1- Come 5 raciones diarias. Desayuno, merienda a media día, almuerzo, merienda a media tarde y cena. Esto te permite tener tu metabolismo activo. Irás quemando energía y almacenando menos grasa. Pero ojo! Estas colaciones o meriendas deben ser livianas: un yogurt, galletas de soda o una barra de cereal. Los chocolates u otro tipo de azúcares no están permitidos.
2- Toma un buen desayuno. Esta es la comida más importante del día, por lo que no debes saltártela. Te entregará la energía necesaria para el día. Es preferible que tu desayuno esté compuesto por fibras como pan o cereales, además de leche y alguna fruta.
3- Cena liviano. Luego de esta última comida nos vamos a la cama, por lo que es recomendable comer poco a esa hora. Verduras, especialmente de color verde, acompañadas de pollo a la plancha o atún es ideal.
4- Come carbohidratos ricos en fibra. Sustituye el pan, los cereales, la pasta, el arroz y otros carbohidratos por sus variedades integrales. Te ayudan en la digestión, a diferencia de los carbohidratos simples que son rápidamente convertidos en glucosa.
5- Acompañamientos. No debes mezclar los carbohidratos con las proteínas. Éstas últimas se encuentran en la carne: pollo, pescado, pavo, etc. Lo mejor que puedes hacer es mezclar este tipo de comidas con vegetales, lo mismo que los carbohidratos. Pero nunca juntos!
6- Come lento. Las personas que comen rápido llegan a ingerir hasta 400 calorías diarias más que aquellas que comen despacio. La razón es que no le das tiempo a tu organismo para que reconozca la sensación de saciedad, por lo que al terminar de comer, sigues teniendo hambre.
7- Come en platos pequeños y no te repitas. Lleva a la mesa el plato servido, no la fuente de comida, pues es más fácil caer en la tentación.
8- Bebe líquidos: Muchas veces no nos fijamos en las calorías que injerimos con los líquidos. Una lata de bebida puede tener más de 180 calorías. Trata siempre de consumir agua. Tienes que tomar entre 8 a 10 vasos al día. Esto te ayudará a eliminar las toxinas de tu organismo. Si no eres amante de ella, trata siempre de beber bebidas y jugos bajos en calorías o light.
9- Olvídate del alcohol y de las frituras: El copete aporta demasiadas calorías. Una opción menos calórica es tomar vino o champagne, pero siempre en pequeñas cantidades. Despídete de las frituras y la comida chatarra. Mientras más natural sea tu alimentación, más fácil lograrás perder peso. Aunque eso no quita que de vez en cuando te des un gusto.
10- Haz actividad física. Lo recomendable es que 3 veces a la semana practiques algún deporte por al menos 45 minutos. Esto te ayudará a perder peso paulatinamente y a endurecer.
¿Estás lista entonces para conseguir tu peso ideal?