Chatroulette es todo un fenómeno. Y cómo no, un videochat que te permite hablar con desconocidos de todo el mundo y mostrarte a ellos, éxito seguro.
Hace rato que mis amigos venían hablando del tema y tenía que saber de qué se trataba, así que entré. Para mi non grata sorpresa me encontré con imágenes bastante perturbadoras y cosas que habría preferido no haber visto. ¿Cuál es esa extraña fijación que tienen los hombres por mostrarse “como Dios los echó al mundo” haciendo cosas que “uno hace en la intimidad” frente a todos? Eso me parece, a lo menos raro.
Por otro lado, es interesante ver, por ejemplo, como la gente deja conectada su cámara mientras hace cosas cotidianas, como sentarse en el sillón de la casa a conversar con amigos o comer, incluso dormir. Lo entretenido es que tienes la posibilidad de comunicarte con personas de todo el mundo y hablar con ese “extraño” a través de una ventana de chat.
Como es al azar, te puedes encontrar con cualquiera y apretar “next” cuando tú quieras para seguir explorando. Yo vi a negros rapeando en una casa, onda Bronx, vi alemanes conversando y tomándose un copete, vi a uno que otro mino rico y a grupos de amigas muertas de la risa, probablemente entrando por primera vez.
¿Y tú, ya entraste a Chatroulette?