Cuando salgo a bailar con mis amigas, el momento en que mejor lo paso es cuando, al final, tocan las canciones de teleseries. Esas que el Dj pone como para que a la gente le baje el entusiasmo y se empiece a ir. Sin embargo, ahí es cuando me prendo más. Es demasiado chistoso hacer pasos ridículos y acordarse de cuando uno era chica o imitaba cosas de los personajes que más le gustaban.
A veces, después del colegio, nos juntábamos a hacer coreografías con una caja que contenía lo mejor de nuestra selección de cassettes. De hecho teníamos una con la canción de “El Amor Está de Moda”, esa que cantaba la Aline Kuppenheim: “encuentro y desencuentro / ocultos sentimientos /la vanidad está jugando con el amor”. La amábamos.
Lo pasábamos demasiado bien, estábamos tardes enteras tratando de inventar pasos originales, como si de eso dependiera ganar algún concurso o nos fuéramos a presentar en frente de una gran multitud, que en ese caso era mi hermana y mis papás.
Cómo olvidar “Ámame”, la historia de un treintón que se enamoraba de una Ángela Contreras en jumper. Si la hubiesen dado hace 5 años, las críticas por “pedofilia” la habrían destruido y más con la letra de la canción “déjame mostrarte un mundo distinto / una vida secreta/ sólo veo inocencia / cuando miro tus ojos”. Pero nosotras, pequeñas colegialas inocentes, la coreábamos igual.
Pero la canción de Adrenalina, esa sí que era lo máximo: "Baila, baila sin parar / baila baila sin cesar, baila y no pienses nada más". Quién no hubiese querido ir a las fiesta de Dj Billy y copiar los pasos de Katy Winter o quien no habló como Alexis Opazo, se compró ropa fosforescente y usó mini cachitos. ¡Qué lance la primera piedra!
¿Y a ustedes les gustó alguna canción de teleserie?