La única amiga soltera

A todas nos ha pasado alguna vez. Llega el minuto y ni siquiera nos damos cuenta. Tiempos en que al parecer Cupido decide flechar a cada una de nuestras amigas al mismo tiempo, menos a ti. De estar todas solteras pasan todas a estar emparejadas, menos tú. Te transformas en la violinista y te colocas en una incómoda situación en la que piensas horas porqué Cupido no te flechó también.

Las salidas de dos amigas al mall, pasan a ser de tres. Ahora sabes que cuando la llamas y no está en su casa es porque está en la casa de él y para salir con ellas debes decirles que las reuniones serán sólo de mujeres.

Ser la única soltera de un grupo no es tarea fácil. Te buscan parejas, tus amigas te hablan de los amigos de sus novios, te muestran sus mejores fotos de Facebook y te pintan maravillas de hombres que tu sabes no son verdad, pero igual algo esperanzada los conoces.

Nos alegramos porque cada una de ellas parece haber encontrado su pareja ideal. Las ayudamos a que el pololeo resulte, les damos consejos, pero sin darnos cuentas nos hemos quedado solas y las cosas comienzan a cambiar. Olvídate de las noches de baile en discoteque con tus amigas, ya que se transformarán en reuniones en casa o pubs. Te das cuenta que un grupo de cinco o seis mujeres ahora contiene casi el doble de personas. Las llamadas por teléfonos de horas suelen ser cada vez menos frecuentes. Cuando antes podías ir a visitarla a la hora que quisieras, hoy tienes que preguntar si estará en su casa o en la de él y las películas que antes veían juntas en el cine hoy prefieren verlas en una casa y no precisamente contigo.

Me encanta ver a mis amigas felices, pero ser la violinista no es precisamente la categorización que más me gusta. Sientes que molestas, aunque en realidad ellos te dicen que no es así. Ya no preguntas cómo estás sino que tienes que preguntarles cómo están y comenzarás a darte cuenta que  buscarás a antiguas conocidas para carretear, porque ellas están solteras.

No discuto que ser soltera tiene muchas ventajas, pero serlo cuando tus amigas también lo son, es aún mucho más entretenido. ¿No lo crees?