Una buena forma de mantenernos saludables, combatir cierto tipo de enfermedades y cuidar la línea, es tomando té. Aunque no lo creas, beber diariamente esta bebida te ayudará a sentirte mejor y tener más energías.
Existen más de 300 tipos de té, pero las 4 variedades más conocidas son el negro, rojo, verde y blanco. Todos ellos provienen de la misma planta -Camellia Sinensis- y poseen una gran cantidad de propiedades ocultas. En Fucsia te contamos las principales cualidades de cada uno de ellos.
Té negro: Es el más conocido, el que siempre hemos tomado. Posee una tonalidad oscura, un gusto fuerte y profundo, además de propiedades aromáticas mayores.
- Previene la formación de caries. - Actúa como diurético, ayudando a la eliminación del exceso de líquidos. - Ayuda a la no oxidación del colesterol bueno y a la relajación de los vasos sanguíneos.
Té rojo: Es el más recomendable para cuando quieras bajar de peso, además es remedio garantizado para gozar de buena salud.
- Desintoxica y depura, activando el metabolismo tanto del intestino como del hígado. - Facilita la digestión de las comidas grasas. - Reduce el apetito. - Refuerza el sistema inmune, previniendo enfermedades infecciosas.
Té verde: Posee un sabor amargo, lo cual para muchas no resulta agradable. Sin embargo, sus cualidades son infinitas y muy variadas.
- Disminuye el riesgo cardiovascular y reduce la formación de coágulos sanguíneos. - Gracias a sus propiedades antioxidantes, previene el envejecimiento prematuro, además de ayudar a combatir y tratar ciertos tipos de cáncer. - Es óptimo para el tratamiento de diabetes y obesidad, ya que ayuda a la disminución de la grasa corporal. - Tiene ligeros efectos antibióticos frente a determinados virus. - Es un diurético natural. - Contribuye con la disminución de niveles de azúcar en la sangre.
Té blanco: Es un tipo de té verde, pero se llama así porque posee un color muy pálido, debido a que sólo se utilizan los brotes de las hojas a punto de abrir para prepararlo.
- Posee una alta capacidad antioxidante, tres veces mayor que la del té verde, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel. - Mejora las defensas. - Protege contra las caries, por su alto contenido de flúor. - Combate la fatiga física y mental, aumentando la capacidad de concentración y memoria. - Es suavemente diurético, favoreciendo la eliminación de grasas. - Contiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo que es recomendable para personas con problemas nerviosos.