A Lindsay Lohan ahora se le ocurrió ser diseñadora. Bueno, hace un tiempo viene intentándolo para otras firmas como Úngaro, sin muy buenos resultados en la pasada Semana de la Moda de París Primavera-Verano 2010.
Sin embargo, ella no se rinde. Esta vez lanzará su propia colección de leggins para su marca “6126” (una de las prendas fetiche de la actriz) en la que se supone ha estado muy involucrada. Según la directora de la compañía, Kristi Kaylor, “ella elige las telas, los botones. No deja que nada entre en producción sin antes probárselo".
Como era de esperarse, los críticos saltaron en el segundo a destruirla. Tachándola de poco original y acusándola entre otras cosas de “plagio”. El diseñador James Lilis, de “Black Milk Clothing”, dijo que las piezas son muy similares a las que él creó, ya que ambas comparten el mismo diseño triangular.
Acá les dejamos algunas imágenes de la polémica colección.