Nada más rico que salir de la pega y juntarse con amigas a tomar un rico café acompañado de exquisitos dulces. Si quieren darse un verdadero gusto, les recomiendo el Café Colonia.
Es un lugar pequeño, sencillo pero muy elegante y con estupendos productos y muy buena atención… es de esos lugares a los que desearás volver y recomendarás a tus amigas sin dudarlo.
Lo conozco desde que tengo recuerdos… a mi abuela le encantaba y le heredó ese gusto a mi mamá. Para su cumpleaños estoy obligadísima a comprar ahí –y sólo ahí- la torta de lúcuma.
Su especialidad son los pasteles, los de panqueque, los de merengue, los de bizcocho… ¡todos son perfectamente ricos!
También tienen cosas saladas y mazapanes, chocolates y manjares para llevarse a la casa y no sufrir recordando lo bueno que fue estar ahí.
Este cafecito está escondido en el centro de la ciudad, en la calle Mac-Iver 133 y 161.