- Steve Carell por sí solo: Uno de mis actores favoritos, Carell es lo máximo cuando encarna a Andy, el cuarentón virgen que trabaja en una tienda de electrodomésticos. Sus caras incómodas cuando trata que sus amigos no cachen que aún no ha tenido sexo, su obsesión por los muñequitos de acción, su bicicleta, su ropa, cómo cambia cuando está curado y su inocencia; hacen que sea uno de los personajes mejor logrados de su carrera. Andy podría haber sido un loser sin remedio, pero en el fondo, sólo era un romántico empedernido.
-Porque de tanto verla, me sé los diálogos de memoria: Hablando de losers. Hace un par de años que cada fin de semana, por lo menos en algún canal del cable, te puedes topar con Virgen a los 40 y para mi ya se transformó en un ritual, salga o no por la noche. Sé cómo termina, qué chistes vienen y qué van a decir casi todos los personajes. Con un par de amigos la citamos siempre. Nuestro personaje favorito es el de Paul Rudd, el nerd obsesionado con su ex polola.
-El reparto está muy bien elegido: Desde los personajes más insignificantes para la historia - como los hindúes que trabajan en la tienda- hasta Carell y pasando por sus amigos (Seth Rogen, Paul Rudd, Romany Malco) y Catherine Keener y sus hijas, Virgen a los 40 tiene un elenco chistosísimo y adorable por donde se le mire.