Anoche fue el Miss Universo y recién me enteré hoy por la mañana cuando supe que una mexicana había sido la ganadora. No sé bien por qué Chile no envió una candidata -fue el único país latino que faltó en el certamen- pero me parece que, aunque hayan sido otras las razones, está bien que nos marginemos de participar en un concurso tan retrógrado y machista, que reduce a las mujeres a estereotipos bobalicones de lo que es ser una mujer, y sobre todo cuando esa mujer es bonita.
Premiar a alguien por su belleza me suena tan ridículo como premiar a alguien por sus genes o por su altura. No constituye ningún esfuerzo ser linda; es más bien una suerte. Si bien el concurso dice buscar no sólo a la más bonita, sino a la más "elegante, de buen porte, con mejor pose, inteligente, segura y de belleza integral" todo el mundo sabe que estos concursos abundan (claro, no todas) las chicas que fomentan que la única forma de ser admiradas como mujeres sea por ser hermosas y a la vista, perfectas.
Desde hace un tiempo que todo el mundo se está preocupado del ejemplo que las revistas y la televisión le dan a los niños sobre la imagen corporal; el photoshop y las cirugías estéticas le han hecho un flaco favor a las enfermedades asociadas a los trastornos alimenticios y a los traumas que todos tenemos con nuestros cuerpos mientras estamos creciendo; y creo que también, se deberían incorporar los concursos de belleza como grandes precursores de la imagen distorcionada que muchos tenemos de nosotros mismos, ya que pertenecen al mismo mundo, donde la publicidad y los medios en general nos están diciendo; las mujeres mayores no tienen arrugas, las gordas no existen, las rubias son superiores, los dientes son perfectamente blancos, las flacas lo pasan mejor y un largo etcétera del que virtualmente no se puede escapar, sobre todo si tienes 14 años y nadie te dice que eso está mal.