(vía Valerie Reneé)
Si hay algo que me pone de mal en la vida es el maltrato animal. En serio, es una cosa que saca lo peor de mí. Me gustan demasiado los animales, sobre todo los perritos, y no soporto verlos sufrir. No tolero que la gente no los cuide y menos que se les pegue.
Me irrita que no haya leyes sobre tenencia responsable de mascotas y castigos severos para maltratadores. Si las hubiera, quizás no se cometerían crímenes como el de “Duque”, un pastor alemán que recibió una golpiza con un fierro con puntas en Viña porque estaba ladrando mucho.
La dueña de Duque, María Lizama, llamó a carabineros en cuanto se dio cuenta, pero era muy tarde. Su vecino, Jaime Rivadeneira Villalón le causó un traumatismo craneal y una letal hemorragia. Llegó casi muerto al veterinario. Una luz de esperanza en esta historia es que la denuncia fue acogida por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar, que condenó a 61 días de presidio menor en su grado mínimo y a una multa de 172 lucas al tarado de Rivadeneira.
Bien peladas se las llevó para la tremenda crueldad que cometió. Aunque igual es un avance, ya que no todas estas situaciones terminan en condena. Ojalá nuestro país logré medidas más severas contra estos personajes. No porque sea un perro vale menos. El respeto a la vida siempre es lo primero.