Nunca he sido muy deportista que digamos, pero me compré una bicicleta de esas de paseo demasiado linda y ayer fue el gran estreno. Con el casco puesto, salí de mi casa sólo a pasear, y me di cuenta de lo increíble que es!
Vivo en un barrio relativamente tranquilo que tiene varias plazas y ciclovías en muchas calles. Justo ayer que el día estaba increíble y la tarde más rica aún, justo con la temperatura ideal para pasear por Santiago.
Me encantó ver a los niños en las plazas jugando felices de la vida, pero lejos lo mejor fue que cuando estaba pedaleando y tenía mi mente en blanco, no escuchaba los ruidos de los autos ni micros. Sólo estaba disfrutando del paseo y del viento fresco que corría a esa hora de la tarde.