Vivo sola hace un buen tiempo, pero durante el año, suelo estar acompañada de mi hermana y el “roomie” de turno, quienes suelen hacerme rabiar con tanta loza sucia y plato acumulado en sus piezas.
Durante el verano, tanto mi hermana como el roomie de turno se van de vacaciones, y me quedo completamente sola, lo cual tiene evidentemente sus pros y sus contras.
Dentro de los “pros”, puedo nombrar, por ejemplo, que no le tengo que avisar a nadie que no llegaré a casa, o que puedo escuchar la música que yo quiero a todo volumen. También puedo dejar zapatos, cartera, chaquetas, y ropa en general, sobre los muebles del living y el comedor (sí, es cierto, soy una cínica del orden).
Los “contras” son que llego a casa sin poder contarle a nadie lo que me acaba de suceder en el metro cuando venía de vuelta a casa, o que se me acumula la loza sucia sobre el lavaplatos, o las bolsas de basura en la logia del departamento. Debo reconocer que me despreocupo un montón del aseo de la casa cuando no hay nadie más que yo viviendo en ella, y no tengo visitas.
También, debo agregar, aquellos momentos en que la soledad te entra a la vena, como cuando tienes un accidente y te pones a llorar y retorcer de dolor sin nadie que te haga cariño y te diga “ya va a pasar”. O por ejemplo, el hecho de que me he vuelto extremadamente mamona, y que cada cosa que me suceda, llamo a mamá para llorarle a mares por mi desgracia, por absurda que parezca, como cuando se me cayó una sopa individual sobre mi laptop. Qué vergüenza, lloraba histérica y ella se encontraba con familiares asustados preguntando qué me había pasado. Al parecer mis chillidos se escuchaban fuerte y claro a través del celular. Otro de los momentos característicos de vivir sola, es cuando te pones a pensar en posibles tragedias, como que te hayas caído de la ducha, o te hayas desmayado, y que nadie se entere hasta la semana después, cuando ya es mucho tiempo el que transcurre sin contestar el teléfono, y no hay publicaciones tuyas en tu Facebook o Twitter.
Por último amiga mía, te recomiendo que si vas a vivir sola pronto, tengas en cuenta un par de cosas: primero, que nunca te falten los chinches, sirven para reemplazar clavos y son muchísimo más fáciles de pegar; las pastas y sopas individuales son lo mejor; la soda cáustica nunca sobrará en tu baño; los tenedores siempre pueden ser buenas antenas para televisión, al igual que los clips y las orquillas; finalmente, si te cuesta mucho abrir la tapa de esa botella, enreda tu “cólet” alrededor de la tapa y aplícale fuerza de mujer que vive sola, verás cómo los hombres son prescindibles en la mayoría de los casos.