Por: Mar
Cuando estaba en el colegio comprarse un chicle era lo máximo. En mis tiempos, los productos “estrella” eran: el inolvidable Grosso de sandía y el rendidor Miti Miti. Lo podías comprar a medias con otra compañera y repartirse las mitades.
Consumir este distractivo para el paladar no sólo representaba un acto de rebeldía contra la autoridad, que nos obligaba repetidamente a botarlo al tacho de la basura; si no que también nos permitía matar el tiempo organizando competencias; para ver quién lograba hacer el globo más grande.
Ahora de adulta, dejé de considerarme una fan de la goma de mascar. Pero hace unos días, en mi eterna búsqueda por alguna receta para bajar de peso, me encontré con una grata sorpresa: el chicle ayuda a eliminar calorías.
Especialistas del instituto británico "Wrigley Science Institute" aseguran haber descubierto que masticar esta golosina en momentos de ansiedad, podría hacernos quemar entre 25 y 36 calorías al día y un total de 1.000 en un mes.
El secreto según Marion Hetherington, una de las expertas a cargo de la investigación, se encuentra en los sabores dulces que contiene este alimento no digerible, los cuales engañan a nuestro cerebro sin necesidad de estar consumiendo azúcar. Además, el ejercicio de mascar repetidamente calma los nervios.
Me había olvidado de la existencia del chicle, pero quizás ahora vuelva a consumirlo. ¿Ustedes creen que funcione?