Por: Catherine Garcés
A veces cuando estamos solas nos sentimos tristes, abandonadas y necesitamos que alguien nos suba el ego. Si tú eres de las que crees que en Internet encontrarás a esa persona, ¡estás tremendamente equivocada!
Soltera hace un rato, triste y desilusionada ¿dije triste?, bueno esas son las razones que me llevaron a tan bochornosa situación.
Como fuera, lo conocí. El primer día luego de tres horas de conversación me dijo “te amo”. Claro, sé que soy bella y simpática, pero “te amo”, no. Al rato, mi facebook plagado de canciones románticas y de frases como “te extraño”. Nos habíamos conocido hace dos días y ya me amaba y ¡extrañaba!, lo que me incomodó bastante.
El problema, es que mis amigos de la vida no sabían quién era ese aparecido que decía amarme con todo su corazón y me dedicaba canciones. Lo peor, no podía explicarles que mi vulnerabilidad emocional me había llevado a tan lamentable suceso.
Para colmo, me mandaba mensajes insistentes preguntando “¿tú también me amas?” y si no respondía rápido, contraatacaba con un “estoy esperando respuesta”. Fue ahí cuando lo borré de todo y alejé a ese espécimen de mi mundo cibernético.
Si seguía con ese ritmo, pronto me pediría matrimonio. Sería el típico caso de la pareja que se conoce por internet, le piden la mano por webcam y el video da vueltas around the world. Ni imaginarlo dos veces.
Aunque debo reconocer que igual me hizo bien que me recordaran lo linda que soy, pero no en forma tan obsesiva. Todas necesitamos que nos digan bellas, no sean mentirosas o… ¿seré la única?