Foto vía www.boulevardlavaud.cl
No sé si les ha pasado alguna vez que llegan a un lugar y sienten como si hubieran estado ahí antes. Puede ser porque les trae lindos o buenos recuerdos o, definitivamente, porque les encantó. Eso me pasó cuando llegué a la Peluquería Francesa, un restaurante en el Barrio Yungay.
Como todo entra por la vista, el lugar es demasiado lindo y tiene una decoración increíble. Nunca he estado en Francia, pero creo que no está tan alejado a la realidad. Además, y por gusto muy personal, prefiero mil veces lugares arquitectónicamente antiguos a esos cuadrados y modernos.
La comida. La carta no es muy grande por lo que no te demoras mucho en elegir. Hay mariscos, carne, pollo, conejo y pescado. No es comida 100% francesa, para las mañosas que no les gusta innovar. Tiene varias entradas típicas como ceviches o carpaccio. Los precios por plato van desde los $5.500 hasta los $9.000.
Los postres. Esto merece un destacado. No soy muy fanática de lo dulce, pero el creme brulee estaba realmente exquisito. Yo creo que era traído directamente de Francia. Además, había varios tipos de mouse de chocolate mezclados con frutas que se veían increíbles.
Este restaurante se convirtió en mi lugar favorito de Santiago –hasta el momento- porque no sólo es para comer, sino que tiene un rico menú para la hora del té y una amplia carta para tomarse un rico trago en buena compañía. Además, se preocuparon mucho de los detalles; lo que queda demostrado en el menú, que incluye mucha información entretenida y que te puedes llevar.
Dato: toda la decoración y muebles se pueden comprar.