Foto vía Floyd Brown
Hay días en que nos despertamos mal genio. Puede ser por mal dormir, por las típicas fechas femeninas, porque algo nos molesta demasiado o sólo porque sí. Este es uno de esos días.
No me ha pasado nada del otro mundo, todo sigue igual que siempre pero siento que ando con muy mal genio desde hace varios días. Para las que se preguntan, no, no es uno de aquellos días.
Con la mano en el corazón, ando bien irritable y todo me molesta, hasta la más mínima cosa ¡ni yo me soporto! Lo bueno es que me doy cuenta y me quedo callada, porque podría arder Troya y pasar un mal rato por esta tontera… mejor no.
No quiero ni ver ni hablar ni estar con nadie. ¿Les ha pasado? ¿Qué se hace en estos casos? Porque claramente no estamos solas en este mundo (cosa que me vendría como anillo al dedo) y, necesariamente, tenemos que lidiar con la gente en el trabajo o la familia.
La solución por ahora es tratar de relacionarme lo menos posible con las personas que están en mi entorno, por lo menos hasta que esta tontera se me pase.