La otra vez les conté que andaba mal genio, ahora me pasa que ando toda romántica. Debe ser porque me quedo pegada en todas las películas de amor que veo en el cable, aunque las haya visto mil veces.
El clásico del amor incondicional para mí es Noah, el protagonista de "The Notebook". Al ver esa dulce –e inventada- historia, me dan ganas de encontrar a ese hombre; ese que haría lo imposible por estar conmigo, ese que me amaría con todas mis mañas y tonteras, ese que me querría tanto que hasta le dolería… Total, soñar no cuesta nada.
También está dentro de mi top five, Joel de "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos", que la otra vez les conté que era mi pareja de película favorita junto a Clementine.
Y la última que vi el fin de semana por enésima vez, fue "The Holiday" donde el mijito rico de Jude Law llora de amor. Escena más tierna que esa, no he visto jamás.
En conclusión, aún seguiré buscando a mi amor de película o mi príncipe azul. Aunque peque de ingenua.