Cuando veo a alguien en patines de cuatro ruedas involuntariamente regreso al pasado y me acuerdo de mi mamá obligándome a asistir a clases de patinaje artístico, pero yo, rebelde sin causa, odiaba tener que aprender a dar vueltas femeninas y saltos glamurosos. Todo esto cambió cuando conocí a las roller derby chilenas, mujeres que se declaran feministas y punks y que se reúnen diariamente en el Parque San Borja del centro de Santiago a darle a los patines el rock, como ellas mismas lo dicen. Si mi mamá me hubiera llevado desde chica a practicar este deporte, la historia habría sido otra.
El roller derby es un deporte basado en el patinaje sobre ruedas, donde dos equipos femeninos se pelean la pista a punta de empujones. Pero no crean que en este deporte todo se vale, por el contrario, las reglas son muchas, por ejemplo, aunque se permiten los golpes duros, sólo se puede empujar de costado y con hombros o cadera, los puñetazos están prohibidos. Por otra parte, todas las participantes deben tener un seudónimo personal, intransferible y muy original, algo así como Diana de Jales, Pony Tolueno o Bloody Velvet #69.
Actualmente en Chile, la liga se compone de cuatro equipos: Anfetamina Roller Girls, Canníbales Dolls Roller Derby Chile, Hot Chili Roller Girls y Psychotic Dolls Roller Derby Santiago. Si alguna está interesada en participar les recuerdo que a estas chicas rudas las pueden encontrar en el Parque San Borja del centro de Santiago.