Esta situación es más común de lo que nos gustaría. Al principio creemos que es lo máximo que nuestra mejor amiga empiece a pinchar con el mejor amigo de nuestro pololo. Salimos los cuatro, lo pasamos bien. Él no se aburre porque tiene con quién hablar cosas de hombre y nosotras tenemos a alguien de confianza con quien ir al baño a pelar. O sea, la salida perfecta.
La lata es cuando tu novio empieza a revelarte secretos de lo que su amigo está sintiendo. Que no está ni ahí, que en verdad el fin de semana pasado se agarró a otra mina, que está pensando en volver con la ex. Mientras tú, ves que tu amiga no puede estar más embalada con la nueva “relación”. Pero, por otro lado tu pololo te dijo que no podías decirle nada, porque si no, él va a quedar mal. O sea, te puso en la posición más difícil del planeta.
Al final no sabes si confesar o quedarte callada. A mí me ha pasado y de verdad que es muy difícil tener que decidir entre tu mejor amiga y tu pololo. Al final, no lo haces, le dices la verdad, siempre tratando de que quede “entre ustedes”, así nadie termina sufriendo.
Ahora trato de evitar esta situación, aunque uno nunca sabe, pueden hasta convertirse en pololos y ser felices 4 ever!
¿Te ha pasado algo parecido?