Hace dos años que vivo con mi pareja, pero no estamos casados ni por la iglesia ni por el civil. Optamos por vivir juntos primero y obviamente porque nos queríamos lo suficiente como para soportar lo peor de nosotros mismos y segundo por comodidad, llegó el momento en que comprendimos que si compartíamos gastos económicos tendríamos mayores comodidades.
Hasta el momento, aparte de conversaciones esporádicas, ninguno de los dos ha hablado de matrimonio y el tema no es algo que a mí en particular me preocupe, siento que un papel no me garantiza nada y me alegra saber que estamos juntos porque queremos y no porque el Estado o la Iglesia nos obliga a ello. Al contrario de lo que pienso yo, un estudio de la Universidad de Michigan estableció que las razones de hombres y mujeres para emprender una vida en común no están alineadas y define que mientras ellos creen que vivir juntos es una “prueba” que determinará la viabilidad de la relación, para las mujeres es un paso de transición hacia el matrimonio.
De acuerdo con el estudio, las mujeres conciben el irse a vivir con su pareja como un "arreglo", una situación temporal que precede a otra etapa de mayor compromiso: una antesala del matrimonio o de la unión formal. Por el contrario, los hombres se plantean dar el salto a la vida en pareja como una manera de probar "con poco riesgo" si la relación tiene o no futuro.
¿Están de acuerdo con este estudio? ¿Piensan que vivir con su pareja es el preámbulo definitivo al matrimonio?