Llega Septiembre, entonces llega la primavera, eso significa que el verano se acerca. ¡Verano, cuánto te añoro! No sé a ustedes, pero a mí el frío me deprime. Todo empieza cuando en la mañana te decides a abrir los ojos y ¿qué ves? todo gris, qué color más triste, fuera de eso, al poner el primer pie en el piso para levantarte sientes una ola de frío que te congela hasta el alma. Luego, cuando sales de tu casa te encuentras con que todos tienen el aspecto y el ánimo de alguien que va hacia un funeral, definitivamente, al igual que tú, ninguno quería pararse de su cama.
El día continúa, llega el almuerzo y es el momento de compartir con tus compañeros o amigos, ¡perfecto! ¿a dónde vamos a ir? A ningún lado, con este frío todos prefieren llevar almuerzo y comer al frente del computador. Al finalizar la tarde te das cuenta que el día terminó sin que hicieras mucho, son las 18 hrs, ya es de noche y hace demasiado frío como para ir a tomarte una copa con tus amigas.
Te vas a tu casa y en el trayecto ves que todos parecen volviendo del funeral, tristes, sin ganas, cero sonrisas. Llegas a tu hogar, y ¡oh! Qué frío, entonces, te metes en cama, ojo, hasta ahora son las 20:30 hrs, pero, ¿qué más hacer? Con las bajas temperaturas nadie puede pensar en un mejor plan que dormir.
En cambio ahora, que se acerca la primavera regresa el sol, los colores y la diversión. Nuevamente dan ganas de hacer miles de cosas. Al medio día ya está haciendo un poco de calor entonces vuelven los planes de almuerzo con tus compañeros, de tomar el sol en el parque, de salir en las tardes a tomarte una cerveza o coctel con tus amigas, de pasear los fines de semana entre calles y parques, de aspirar aire y simplemente disfrutar.
¡Gracias verano esperamos que llegues pronto!