Aunque estoy segura de que son las grandes industrias las que más perjudican al medio ambiente, también creo que está en cada uno de nosotros poder aportar un granito de arena para transformar este caos. Mis aportes son pequeños, van desde no recibir tantas bolsas plásticas en el supermercado, no comprar bebidas en envases no retornables, no gastar más agua de la necesaria y usar ampolletas de bajo consumo. Sin embargo, ese sin sabor de no estar haciendo lo suficiente me hizo buscar nuevas estrategias de reciclaje y gracias a una amiga me encontré con la siguiente iniciativa que quiero compartirles.
¿Alguna vez imaginaron una casa hecha de ladrillos de plástico? Bueno, alguien sí lo hizo y para lograrlo creó un proyecto que consiste en volver las botellas de plástico ecoladrillos. ¿Cómo se hace? Muy sencillo, la idea es que, en vez de botar estas botellas después de usarlas, las conservemos y empecemos a rellenarlas con todo el plástico que usamos a diario, por ejemplo, envoltorios de galletas, bolsas rotas, bombillas y demás, la idea es que la botella debe quedar muy apretada, para esto debes compactar los envoltorios que le pongas con una cuchara de palo hasta conseguir el máximo peso.
Hay varias organizaciones en Chile que están interesadas en recibir todos estos ecoladrillos, una de éstas y quizá la más conocida se llama Sustenta Construcción Ecoeficiente que ya tiene un alto trabajo en construcción de casas y espacios con este tipo de material. Así mismo, la Organización ciudadana La Fabulosa Minga Sustentable acaba de iniciar una campaña de recolección de ecoladrillos desde el domingo 4 de septiembre en el GAM -Centro Cultural Gabriela Mistral- además de talleres para enseñarnos a hacerlos.
En este video podrán encontrar más información