Debo confesarles que muero por ver el Rey León en 3D. Sí, a pesar de mis 28 años y de que quizá ahora esta película no tenga el mismo sentido que tuvo antes, muero por ir a verla. De pequeña la vi un millón de veces, me sé todas sus canciones en inglés y en español, recuerdo perfectamente la primera escena donde Scar empieza a perseguir a un ratón lo atrapa y le dice: “Life's not fair, is it? You see, I... well, I shall never be king. And you... shall never see the light of another day. Adieu”.
Amo a Timón y Pumba, creo que la filosofía Hakuna Matata sigue estando vigente y Mufasa me parece el animal más sexy que he visto en mi vida. Debo aceptar que nunca fui capaz de ver la escena donde lo matan, me parece el momento más triste de todos y prefiero evitarme un mal rato.
Todo esto hace que hoy, 17 años después de su creación, quiera ir al cine a verla y cantar sin miedo todas sus canciones, reírme con las hienas y pasar un buen rato.
Siento que las películas de Disney y en especial ésta, me recuerdan a una época muy bonita de mi vida, donde creía en príncipes azules, en finales felices y en que cantando se podían relatar las historias más bonitas. No es que ahora sea pesimista, sólo que crecí, me convertí en adulta y poco a poco fui aprendiendo que la vida no es de extremos, ni blanca ni negra, sólo llena de matices.
¿Alguien se anima a ir a verla? Las dejo con la escena que más me gusta de la película.