Foto vía Sara ✄ Eme
El otro día conversábamos con los colegas de la oficina sobre el tesoro más preciado. Hablábamos de cosas materiales, pero con valor simbólico. Por ejemplo, alguien decía que tenía una edición de un libro firmado por su autor y no cualquier escritor, nada más y nada menos que Roberto Parra.
Otro mencionó un vinilo que le costó mucho encontrar, otra persona un autógrafo de un cantante de Menudo (banda Q.E.P.D) o las cartas que los papás se enviaban cuando eran jóvenes. Yo me hice la pregunta ¿cuáles son mis tesoros más preciados? Aquí van....
En realidad tengo una caja llena de cachureos. Siempre tuve mucha noción de trascendencia, entonces guardaba todo. Lo más freak que tengo son mis pruebas de quinto básico. Tengo unas de inglés donde no me sabía bien los verbos y es bien vergonzosa de leer.
En esa misma cajita tengo guardadas cartas de amigas de cuando era muy pendeja, cartas de amor, fotos del colegio, tapas de cerveza que me imagino alguna vez significaron algo, pero que ahora miro y no me dicen nada, también guardo entradas a los recitales que he ido y los tickets del cine.
Pero lo más importante que tengo, como dijo una colega, son recuerdos de mis papás cuando estaban juntos -ahora están separados-. Tengo un ticket del último recital al que fueron juntos, hace muchos años, de Silvio Rodríguez. Salida que tiene detrás una historia romántica bien linda. Quizá se las cuente en otro post.
¿Qué tesoros guardan ustedes?