Una de las desventajas para las fanáticas de la glucosa como yo, al momento de llevar adelante una dieta, es dejar los postres. Por eso quiero compartir con ustedes este descubrimiento que me cambió la vida, la gelatina de yogurt, un postre que no sólo es súper fácil de hacer sino además económico, rico y light.
La receta es simple y el proceso muy parecido a cuando hacemos una gelatina común y corriente, la diferencia está en que el agua se reemplaza por leche y yogurt.
Van a necesitar: 2 sobres de gelatina de cereza; 3 tazas de leche descremada y 1 taza de yogurt descremado de vainilla.
Primero calentamos la leche, la volcamos en un recipiente resistente al calor y mezclamos con la gelatina con la ayuda de un tenedor o batidor, teniendo el cuidado de que no se pegue en el fondo. Dejen que se enfríe un poco, revolviendo de vez en cuando (se va a formar una especie de suero en la superficie). Luego agreguen el yogurt, mezclando por última vez.
Listo, ahora es sólo guardar en el refrigerador y esperar a que esté frío para disfrutar de este delicioso y adictivo postre que se puede comer sin culpas.