Más de 10 años esperé por ver a la Princesa del Pop en vivo y ayer pude cumplir mi sueño. Ahora puedo morir feliz.
Tuve la oportunidad de estar en un lugar privilegiado, desde donde no me perdí ni el más mínimo detalle, desde donde pude ver cada movimiento de la diva, cada despliegue de su cuerpo de baile y cada elemento con que interactuó: jaulas, columpios, un auto rosado, un carro egipcio, que le dieron al show el carácter de espectacular.
Desde mi punto de vista, no dejó nada que desear. Si bien Britney no es comparable a aquella de hace 10 años atrás, no estoy defraudada. Obviamente no faltaron los chaqueteros que a través de las Redes Sociales se encargaron de destruirla. A ellos les digo:
1- Playback. Es ultra sabido que Britney utiliza playback en esta gira, de hecho ella misma lo reconoce. Por eso, infórmense antes de comprar la entrada, lean comentarios y si es que para ustedes el playback no es digno de un concierto pop, pues no vayan. Así de simple.
Además, hay que reconocer que lo que siempre ha destacado en la carrera de Britney, no es su capacidad vocal, si no que su puesta en escena, en lo que no se quedó atrás: bailarines sensuales, plataformas, pantallas gigantes, vestuarios alucinantes.
2- Su figura. Nadie puede pretender tener el mismo cuerpo que en la adolescencia, sobre todo después de haber sido madre de dos hijos. Pero bueno, me imagino que los que la critican son personas con un porcentaje de grasa mínimo. I don’t think so!
Por lo demás, no se puede negar que está muy bien asesorada, pues ya dejó atrás los petos y bikinis, haciendo del body su atuendo ideal.
3- Sus movimientos. Es verdad, no baila como antes, pero ya no tiene 17 años. ¿Es muy difícil entender que las personas envejecen y se cansan?
Yo no la critico, la sigo admirando y definitivamente este concierto estará hoy y siempre dentro de mi top 5. ¿Tú qué opinas?